lunes, 18 de mayo de 2020

Escuela con corazón 💚💜💚

Leer a maestros como César Bona o el Profe Ramón, e incluso más cercanos pero menos famosas, mis compañeras y amigas maestras, me lleva a pensar que  afortunadamente hay cordura entre algunos profesionales del Magisterio.

La Escuela ya necesitaba cambiar antes de esta parada forzosa. Ahora, el cambio es más que preciso. 
La Escuela debe ayudar a que los niños y jóvenes aprendan a crecer como personas humanas. 

Pero para ello la escuela debe cambiar desde casi su raíz, incluido por supuesto todo su currículo, centrándose más en las emociones, las artes, las experiencias, las habilidades y relaciones sociales... Todo aquello que precisamos de adultos para enfrentarnos a las dificultades y obstáculos de la vida, como el que tenemos ahora presente.

Algunas escuelas y profes ya lo estábamos intentando, pero necesitamos la ayuda de la administración educativa, para poder sacar adelante estos importantes y precisos cambios.
Por un futuro para todos, incluida nuestra Madre Tierra. Eso es lo que verdaderamente importa.

Los niños no están perdiendo un trimestre, están aprendiendo mucho, se están esforzando mucho, están siendo muy responsables, han entendido desde el principio el porqué del confinamiento, a pesar de parar su desarrollo social.

Todo esto no es tiempo perdido, son sus experiencias de vida, y no puede decirse desde la Administración Educativa que están perdiendo el trimestre. Porque:

- Muchos han ganado en disfrutar e incluso descubrir a sus padres y madres, en convivir en familia, eso enriquece mucho y no es tiempo perdido.
- Muchos están creando e ingeniando en su rico aburrimiento, y de muchos de ellos saldrán geniales ideas para resolver dificultades futuras como la que actualmente vivimos. Eso tampoco es tiempo perdido.
- Muchos otros, desgraciadamente, están viviendo situaciones estresantes por el exceso de deberes, cierto, porque sus profes se han creído que este trimestre se está perdiendo. Y esto no puede ser permitido. La Escuela no está para hacer sufrir. Eso sí es tiempo perdido, perdido de ser felices.
- Y desgraciadamente, algunos otros están pudiendo ser felices ahora, lejos de la escuela, sin verse acosados por compañeros faltos de empatía y habilidades sociales. Esto tampoco es tiempo perdido.

Por eso SE NECESITA UNA ESCUELA CON CORAZÓN, no con tanto contenido repetido hasta la saciedad curso tras curso (parece que seguimos en la época de "la letra con sangre entra").

La Escuela junto con la Familia, son el nido de la futura sociedad: necesitamos por ello que sea más humana, respetuosa y sobre todo FELIZ.

Pero no esperemos a que la Administración Educativa resuelva, compañeros y compañeras, maestros y docentes, porque el papel, la tiza y la pelota están en nuestros propios tejados. Depende de cada uno de nosotros demostrar a la administración cuál es el verdadero papel de la Escuela. Y ahí, sí que no tenemos tiempo que perder.

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